Clínica de nutrición y alimentación oncológica en Vilanova i la Geltrú

GRASAS

Los alimentos que contienen grasas insaturadas o poli-insaturadas son muy importantes para una buena nutrición, los ácidos grasos de la serie 3-6-9.

Son una magnífica fuente de energía y las podemos conseguir tanto en el mundo vegetal, carnes, pescados, crustáceos, etc.

Algunas vitaminas las asimilamos gracias a las grasas que conseguimos, son las llamadas vitamina liposolubles.

Las fuentes vegetales de grasas monoinsaturadas las podemos encontrar en aceite de oliva, cacahuete, nuez, etc.

Las poliinsaturadas en girasol sin refinar, maíz, lino, algunos mariscos.

Las de origen animal en; carnes rojas, leche entera o baja en grasa, mantequilla, quesos, coco,etc.

Las grasas saturadas pueden incrementar el colesterol LDL y ser riesgo de enfermedades coronarias.  Se ha de intentar que no más de un 10 por ciento de las grasas saturadas sean consumidas diariamente en el total.

CARBOHIDRATOS

Los alimentos del grupo carbohidratos es la fuente de energía preferida por nuestro cuerpo, aunque en muchas ocasiones se les de mala fama, sin duda son indispensables para nuestra salud, la cuestión es el tipo de carbohidrato y su manipulación hasta que llega a nuestra mesa.

Las frutas, granos, verduras, que nos aportan nutrientes vegetales de alta calidad como vitaminas, minerales, oligoelementos son fundamentales. Son prebióticos indispensables, así como las fibras y cereales enteros.

Las fibras pueden ser insolubles (ayuda eliminar restos innecesarios a través de nuestras heces) la soluble junto con el agua aumenta el volumen y también evitan el estreñimiento.

Son muchas las funciones que cumplen las fibras en nuestro cuerpo como la reducción del colesterol malo y el exceso de azúcar en diabéticos.

Existen alimentos excesivamente azucarados y refinados que no aportan nutrientes importantes y pueden perjudicar nuestra salud, son los dulces, azúcares refinados, bebidas azucaradas, etc. Los mejores se encuentran en la patata, trigo, legumbres, arroz, etc.

AGUA

Es muy importante estar hidratado, la mejor fuente es el agua, sobre todo si se padecen diarreas y vómitos.

Si aparece un desequilibrio por falta de las sales minerales y la insuficiente hidratación se puede llegar a niveles peligrosos para nuestros órganos y por lo tanto nuestra supervivencia

Una persona debería consumir un mínimo de 1 litro de agua al día, sobre todo si tiene pérdidas por sudor, diarreas, vómitos o incluso no puede comer lo suficiente.

Los caldos, leche, gelatinas, leche, helados, natillas, zumos son una buena manera de conseguir hidratación.

Los caldos o sopas de aves, pescados, verduras enriquecidos con extractos vegetales que existen en el comercio (apio, zanahoria, remolacha, manzana, etc) son una magnífica solución cuando baja mucho el apetito, además se pueden tomar templados, fríos calientes, según necesidades.

Las algas en cocción junto a otras verduras nos aportan verdaderas fuentes de nutrientes además de hidratación

VITAMINAS Y MINERALES

Nuestro cuerpo necesita de vitaminas y minerales para realizar su función y mantener un equilibrio general.

Si la alimentación es buena no será casi necesario, pero si por motivos del tratamiento del cáncer o secuelas no se puede conseguir los suficientes nutrientes el nutricionista u oncólogo deberá indicarle cómo conseguir complementos para equilibrar el déficit.

Es posible que una analítica sea de ayuda en poder identificar un déficit de vitaminas y minerales indispensables

Todo depende del tiempo que no se ha podido comer lo suficiente en cubrir necesidades, si han pasado varios meses, es una buena opción en recurrir a fitonutrientes y minerales de origen natural.

En todo caso siempre se ha de consultar con el médico o Nutricionista especializado antes de consumir complementos libremente.

Hay que tener en cuenta que en ocasiones, si no está bien indicados pueden frenar los tratamientos que se están realizando por ser contradictorios. Siempre se ha de acudir a un profesional reconocido.

ANTIOXIDANTES

Los antioxidantes nos ayudan a luchar contra los radicales libres, que son moléculas destructivas. Así mejoramos la resistencia de nuestros órganos y la mejor función de nuestra energía y vitalidad.

Las frutas y verduras son magníficas fuentes de antioxidantes, los frutos rojos y bayas del bosque.

Espinacas, brócoli, col rizada (kale), remolacha, zanahorias, pimientos, calabazas, tomates, y otros vegetales de hojas verdes y de colores brillantes son ricos en antioxidantes como la vitamina E, vitamina C, carotenoides y compuestos polifenólicos.

Podemos encontrar también en las algas grandes cantidades de antioxidantes.

En plantas muy reconocidas, como el té verde, cúrcuma, canela, orégano, tomillo, romero, y otras hierbas y especias contienen compuestos antioxidantes que pueden mejorar la salud.